Las Siervas del Corazón de Jesús

Una congregación en todo el mundo

Nuestra espiritualidad

Las Siervas del Corazón de Jesús es una congregación religiosa fundada en Francia en el siglo XIX.
Siguiendo los pasos de Oliva Uhlrich, la Fundadora, la congregación continua su misión de “amar y hacer amar el Corazón de Jesús” en diferentes partes del mundo. Como santa Margarita María Alacoque, Oliva reconoció en el Corazón traspasado de Cristo la ternura de Dios por los hombres. Las Siervas del Corazón de Jesús desean unirse a Dios a través la adoración eucarística y el servicio de los mas necesitados en los que ellas ven el rostro de Cristo. María, la Sierva del Señor, es el modelo de humildad y de caridad que les ayuda a participar en la obra de la redención por la humanidad.

Nuestra historia

La congregación de las Siervas del corazón de Jesús, fundada en el siglo XIX por una joven alsaciana (Alsacia es una región situada al oeste de Francia), continúa su misión a través una vida de adoración y de servicio. Fue en la ciudad de Estrasburgo (Alsacia) donde nació la congregación y donde permaneció los primeros años. Actualmente la Casa Madre de las Siervas del Corazón de Jesús está situada en Scy-Chazelles, en la región del gran Este de Francia. La congregación cuenta cincuenta religiosas que siguen viviendo en Francia, en España, en Camerún y a Madagascar. Para María del corazón de Jesús, el nombre de “sierva” es una llamada a la disponibilidad de cada día como la Virgen María. Como ella, por su “Si” sin reserva, las Siervas del corazón de Jesús quieren responder libremente y generosamente a la voluntad de Dios.

«Je suis la servante du Seigneur, qu’il me soit fait selon ta parole» Lr 1:38

María del Corazón de Jesús

Oliva Uhlrich nace el 25 de marzo de 1837 en una familia cristiana. La joven alsaciana se siente atraída por la adoración eucarística y desea consagrarse a Dios en la vida religiosa. Junto con su madre se trasladan a Estrasburgo y se instalan en una casa en cuya planta baja hay un taller de trabajos manuales del cual será la responsable. Algunas jóvenes, acogidas en ese taller, tocadas por la caridad y el fervor de Oliva le piden que les inicie a la vida de oración y de servicio. Es en este lugar donde empieza a crecer la pequeña comunidad que se convertirá en la congregación de las Siervas del corazón de Jesús. Oliva se llama a partir de ahora María del corazón de Jesús para seguir los pasos de la Virgen María, la Sierva del Señor. El obispo de Estrasburgo bendice la nueva congregación religiosa que será aprobada el 21 de noviembre de 1867 cuya misión reside en la devoción al corazón de Jesús, a través la adoración eucarística y el servicio de los pobres, en espíritu de amor y de reparación.

Nuestra vida comunitaria

La comunidad es para los Siervos del Corazón de Jesús el primer lugar donde cada monja recibe y encarna su llamado a la vida consagrada. Es dentro de la fraternidad a la que se le confía que la monja experimente ser miembro del pueblo de Dios. A través de una vida sencilla, impregnada de caridad y oración, los Siervos del Corazón de Jesús se pusieron al servicio de sus hermanosaLa vida comunitaria es para las Siervas del corazón de Jesús el primer lugar donde cada hermana acoge y encarna su vocación a la vida consagrada. Es en el seno de la fraternidad en la que es acogida, que la religiosa hace la experiencia de pertenecer a la familia del pueblo de Dios. A través de una vida sencilla, impregnada de caridad y de oración, las Siervas del Corazón de Jesús se ponen al servicio de sus hermanos y hermanas. La vida fraterna en comunidad es el lugar privilegiado por el cual ellas se hacen disponibles a todos.. La vida comunitaria, esencial para su vocación, es el lugar privilegiado por el que se ponen a disposición de todos.

«Con las hermanas que Dios nos da, reunidas alrededor de la Eucaristía donde Jesús presente nos une. Día tras día, construimos la comunidad»

Constituciones 50

La vida de oración

La oración personal y comunitaria es el fundamento de la vida de las Siervas del Corazón de Jesús. Ese tiempo de intimidad cotidiana con Cristo es el punto de partida de su vocación y de todas sus actividades. La adoración de Jesús en la eucaristía es donde sacan la fuerza necesaria para realizar su misión.

«La eucaristía es para nosotras el acto esencial del día. Nos unimos a la ofrenda perfecta de Cristo que nos guía en un abandono generoso a la voluntad del Padre.».

Constituciones 57

Contáctenos

Las Siervas del Corazón de Jesús estarán encantadas de escucharte.
Te responderemos tan pronto como sea posible.