La misión principal de las siervas del Corazón de Jesús es la adoración reparadora de Jesús presente en la eucaristía. Es en la presencia de Jesús en el sacramento de la eucaristía que ellas acogen la llamada a “amarle y hacerle amar”. Esta oración contemplativa es la primera misión de las religiosas porque es ahí donde descubren el amor de Cristo por la humanidad y donde escuchan su lamento dirigido a Santa Margarita María Alacoque de no ser correspondido. Por su presencia cotidiana, las hermanas se comprometen a responder a la llamada del Señor y a presentarle la miseria del mundo. Es principalmente desde la contemplación de Jesús, amando y sufriendo por la humanidad, que ellas permanecen a la escucha de los retos de nuestro tiempo.

A la llamada del Papa, la congregación de las Siervas del Corazón de Jesús responde enviando las primeras hermanas misioneras a Bafoussam (Camerún). En 1956, tres hermanas comienzan su servicio apostólico por la acogida de los más pobres, la enseñanza de chicas jóvenes, el cuidado de los enfermos, las actividades parroquiales. Solicitadas a ponerse al servicio de las personas afectadas y estigmatizadas por la enfermedad de la lepra, a partir de 1970, las hermanas se dedican al cuidado de estas personas, comprometidas en el combate contra la lepra. Después de varios años de paciente trabajo, los cuidados a domicilio y en los dispensarios son fructuosos y la lepra es erradicada de la región. Las hermanas reciben el reconocimiento de Gobierno camerunés por el trabajo realizado en favor de los más fragilizados por la enfermedad y los más pobres. Gracias a los donativos, las personas en situación de hándicap pueden ser hospitalizadas. Las primeras aspirantes camerunesas llegan en 1990 y el noviciado abre sus puertas en 1993, en la comunidad de Bankouop. Actualmente las Siervas del Corazón de Jesús están presentes en dos comunidades, a Bafoussam y Nkongsamba, donde viven en fidelidad el carisma recibido por la Fundadora.

En el año 2000, las tres primeras hermanas llegan a Madagascar para llevar el carisma en este gran isla y abrir una abriendo unacomunidad. La misión se presenta difícil ya que a la barrera del idioma se añade el de la crisis que atraviesa el país. Con la ayuda de los Sacerdotes del Corazón de Jesús (los Dehonianos), las religiosas pueden instalarse en su nueva comunidad en 2003. La adoración eucarística es el centro de sus vidas y el origen de todas sus acciones. En 2008, las hermanas abren el Hogar Oliva Uhlrich, un centro de formación profesional que tiene por vocación la formación integral para las jóvenes escolarizadas. El Centro acoge hoy también a chicos. El nombre del centro es un homenaje a la fundadora de las Siervas del Corazón de Jesús que comenzó su obra en Estrasburgo, al servicio de las jóvenes. La comunidad trabaja en colaboración con laicos. Desde el año 2018, la casa del noviciado acoge a las jóvenes para iniciarlas a la vida religiosa propia a las siervas del Corazón de Jesús.